Se deja secar y se coloca en hornos artesanales hasta 1000°C hasta por 10 horas. Luego se deja enfriar.
Se hace la prueba del ratio de filtración con agua. Debe estar entre ½ litros por hora, si no se descarta.
Se le da un baño de una solución de plata coloidal por dentro y por fuera para que mate las bacterias al momento que el agua pase por el filtro.
Finalmente el cerámico se coloca dentro de un balde comercial donde el filtro entra perfectamente en el filo del balde y la tapa lo cierra herméticamente evitando contaminaciones externas.